Hace unos días os hablé de Christina Courtenay y del cierre
de su trilogía iniciada con “Vientos
alisios”. Pues bien, esta autora está a la altura de Sarah Lark en cuanto
publicaciones en serie, ya que acaba de editorarse la segunda parte de “El kimono escarlata”: “El abanico dorado” (La factoría de
ideas).
En 1641, Midori Kumashiro, huérfana de un señor de
la guerra, debe abandonar Japón si quiere seguir con
vida. No tiene más opción que huir a Inglaterra. Aunque es una experta en las
artes de la guerra, desconoce sile bastarán esas habilidades para sobrevivir a
la travesía en un barco con una tripulación libidinosa y un atractivo capitán
en el que no confía.
El capitán Nico Noordholt, por su parte, ha llegado a
Nagasaki para comerciar y lo último que desea es tener que cargar con una
pasajera. Además, ni siquiera sabe cómo va a protegerla de sus hombres si ni él
mismo puede apartar los ojos de ella.
Durante el viaje, Nico y Midori crean un tímido vínculo, aunque
ambos ocultan secretos capaces de cambiarlo todo. En una Inglaterra al borde de
la guerra civil, solo deberán mantenerse unidos si quieren tener alguna
oportunidad de sobrevivir.
La autora ha escrito varias novelas históricas de carácter
romántico, y por ello ya se le compara con Sarah Lark, Lucinda Riley y Kate
Morton.
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