Este joven siempre quiso ser escritor, y lo está
consiguiendo, puesto que ya acumula una veintena de premios de relato, teatro y
novela. Ahora presenta “Los pecados de
verano” (Ediciones B), su primer libro para el público adulto.
La historia nos lleva
a la primavera de 1951. Consuelo,
conocida como la Señora, vive en un permanente estado de hastío: sus dos hijos
pequeños, su madre y criada la agotan, su matrimonio concertado la asquea y su pueblo la asfixia.
Todo cambia el día en
que su marido es invitado a participar en el Primer Congreso Nacional de
Moralidad en Playas y Piscinas, donde un grupo de elegidos intentará poner coto
a las relajadas costumbres de los turistas. Este viaje de toda la familia a una
ciudad mediterránea les ofrece un nuevo
paisaje de libertad, no siempre agradable.
En definitiva, y según la editorial, esta es una historia
«decente» sobre la rebelión íntima, sobre los arrebatos y el deseo, pero también
un divertido paseo por esa España mojigata que empezaba a abrirse al turismo, a
las suecas y también, a pesar del alboroto, a los bikinis.
Daniel Blanco ha ganado hasta ahora el Premio Jaén de
Narrativa Juvenil, con “El secreto del
amor”, o el XXVIII Certamen de las Letras Hispánicas con la obra de teatro “Gente a la que le cambia la vida”. También
el concurso de relatos de Alhaurín de la Torre con “El obispo Milzáin y los pecados de verano” (por la similitud del
título, me inclino a pensar que éste podría ser el origen de la novela, pero
quién sabe…).
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