Almudena Grandes continúa con sus “Episodios de una guerra interminable”

“Las tres bodas de Manolita” (Tusquets) es la nueva entrega de esta serie que la escritora inició con “Inés y la alegría”. En esta ocasión nos traslada al Madrid de posguerra, una ciudad devastada y asolada por el hambre, en la que cada cual intenta sobrevivir como puede.

Manolita, con su padre y su madrastra encarcelados, y su hermano Antonio escondido en un tablao flamenco, debe hacerse cargo de su hermana Isabel y de otros tres más pequeños. A Antonio se le ocurre prolongar las actividades de la resistencia en los años más duros de la represión, imprimiendo propaganda clandestina con la ayuda de unas multicopistas que nadie sabe cómo poner en marcha.

Para ello pide ayuda a Manolita, que deberá acudir a un preso que tiene la clave de su funcionamiento. Ella ignora que ese hombre llegará a ser determinante en su vida, y acudirá más veces a visitarle, tras varios periplos, al destacamento penitenciario del Valle de los Caídos. Eso sí, antes debe averiguar quién es el delator que merodea por su barrio.

Al igual que otros libros de la autora, “Las tres bodas de Manolita” es una novela coral que relata la red de solidaridad que se puso en marcha aquellos años entre gente muy diversa: desde los artistas de un tablao hasta la gente que hace cola en la cárcel para visitar a sus familiares presos.

Esta es la cuarta entrega de una serie que, como ya he comentado, comenzó con “Inés y la alegría” y continuó con “El lector de Julio Verne”. Se publicará en el mes de marzo.